Toma mis manos
ahora que aún están manchadas
de la vida.
Tómalas ahora que aún sangran.
Ven...
que su tierra todavía está caliente.
Tómalas y ponlas en tu cara.
Cierra los ojos, como si fueran tuyas,
y acaricia con ellas tu frente,
si te duele.
Deja también
que te besen mis dedos en los ojos,
que te pinten los labios de cariño...
Ellas saben que tú sufres
con esa misma tierra que las mancha...
Ellas también están cansadas
como tú.
Como tardes de otoño.
Deja tu alma dormida en esa cuna
que ponen en tu cara.
Y deja que te arropen
con su sudor el cuerpo.
...