Hoy he de romper la luz.
No he de esperar mas tiempo…
Ya no sé declinar
los verbos escondidos
que ejercita el tiempo sobre mi.
Ya no se pasear por esa línea
que marcaban los sueños
de fugaces libélulas.
He perdido las alas
de la consagración al infinito.
Solo me queda la tierra.
Solo me queda la tierra…
Sólo…
L a t i e r r a.
Y sin embargo…
sigo esperando un fuego
que transforme al destino
en una mariposa
de impredecible belleza.
Sigo oliendo el interior de las flores
(a veces a escondidas)
sigo sintiendo
que algo estalla por dentro
cuando suena esa voz
(que es lo mismo que decir:
cuando no suena nada)
Hoy he de romper la luz.
Ayer soñé
que había un nacimiento
esperando esta muerte.
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