Wednesday, December 12, 2007

Cuadro de Invierno





El dolor se tiende en mi portal
como un gato cansado…
y el tiempo de la noche se desliza
entre el desaliño y la tristeza
de todos esos matorrales urbanos
que están hechos de plástico y cartón.

Ya es una de esas horas ocres
en que se van quedando ciegas todas
las diminutas estancias de la vida…
Es la hora del té de los borrachos,
la hora de la siesta de los perros,
la hora de volar… de las raíces,
la hora de morir… de los amaneceres…

Es un instante de esos…
en que la luz te hiere…
Y te hiere tanto y tanto…
que prefieres bebértela a mirarla
y en un descuido la bebes con las manos
y se te queman las flores de los dedos.

Es un instante de esos…
en que hay que perdonar a las libélulas
la burda insensatez
de empeñarse en volar tras las bombillas.

El alma es una nube frágil
que se sostiene sobre las hojas de los árboles.
Y es por eso posible…
que en esta precisa hora del invierno,
su rastro se desdibuje entre los charcos.

El dolor se tiende en mi portal
como un gato cansado…
Y yo…
voy velando sus sueños y los míos.

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