DEL SILENCIO Y EL TIEMPO
El silencio se abre como un río.
Va calando las horas y los puentes,
se proyecta en el tiempo de las flores.
Nace de las oscuridades y las luces
de mi alma… y me salva de mi.
El silencio se abre como un río.
Va calando las horas y los puentes,
se proyecta en el tiempo de las flores.
Nace de las oscuridades y las luces
de mi alma… y me salva de mi.
El silencio es eterno en cada instante,
trepa por la humedad de la maleza,
por el fuego de inmensos rascacielos,
invencible…
Me protege del ruido del presente,
de toda mi atronadora humanidad.
Yo sé muy bien que, a veces,
se detiene en el gesto.
Mas no termina nunca de crecer.
El silencio es mi lengua y mi sonido,
Es la voz de la nada
posada en unos labios
que sólo saben volar.
El silencio me cura de las rosas,
de la herida que trazó en mi mirada
aquel fulgor antiguo.
Me cura de la tristeza de los sauces
y se queda en el centro de mis ojos.
El silencio es un rumor que fluye hacia la vida
y me mece en la paz.
trepa por la humedad de la maleza,
por el fuego de inmensos rascacielos,
invencible…
Me protege del ruido del presente,
de toda mi atronadora humanidad.
Yo sé muy bien que, a veces,
se detiene en el gesto.
Mas no termina nunca de crecer.
El silencio es mi lengua y mi sonido,
Es la voz de la nada
posada en unos labios
que sólo saben volar.
El silencio me cura de las rosas,
de la herida que trazó en mi mirada
aquel fulgor antiguo.
Me cura de la tristeza de los sauces
y se queda en el centro de mis ojos.
El silencio es un rumor que fluye hacia la vida
y me mece en la paz.