Saturday, December 28, 2013

SEGURIDAD CIUDADANA




Mañana estaré quieta…

Te prometo temerte,
te prometo sentirme atormentada,
te prometo quebrarme del dolor
y mantener este silencio de pesar
en todas las membranas de mis células.
Te prometo postrarme ante tu nombre
y caminar de rodillas por el fango
para besar las huellas de tus pies.

No me rebelaré a tu voluntad.
Seré una esclava mansa…
Que dócilmente se doblega al yugo
de todo tu poder espeluznante.
Seré invidente a la injusticia.
Podrás al fin arrebatarme todo
lo que antes era mío, lo que podría serlo,
lo que nunca he tenido, lo que pude tener.

Yo te juro por Dios que mañana estaré quieta…
Líbida, moribunda, frustrada.
Proclamaré la consigna que me ordenes.
Dispondrás de mi vida
y podrás cercenar mis ilusiones
y pisotear las flores de todas mis ideas.

Pero espera a mañana. Sólo eso te pido.
Por hoy deja que viva,
que sueñe, que respire;
deja que hoy muerda a la mano ejecutora,
deja que reconozca a mi verdugo,
déjame que denuncie toda esta indignidad.

Y cuando luego recoja
un silencio cobarde y complaciente
del resto de las víctimas
como única respuesta a vuestra si razón.
Y sus labios sellados
me escupan con su miedo
hacia la soledad… entonces.
Y sólo entonces...

Yo te juro por Dios que mañana estaré quieta…
Líbida, moribunda, frustrada.
Proclamaré la consigna que me ordenes.
Dispondrás de mi vida