Thursday, November 15, 2007

MONEDAS DE LA INFANCIA


¿Tú recuerdas el mar…?


El mundo estaba preso en una ola

que mecía su suerte por los acantilados

y por las rosas de agua del olvido.


¿Tú lo recuerdas? di…


El horizonte era el límite impecable

entre la huída

y la resignación.


Y… nosotros… tan niños…

rompíamos a cada instante las fronteras…

las del sueño, las del miedo,

las de esa limpia arrogancia

de nuestra inmunidad.


¿Tú lo recuerdas así?


Sonaba por debajo de los ojos cerrados

atravesaba las alas de la risa,

y por encima de los pies

también quemaba… también sonaba.


Y es doloroso que el mar

no nos recuerde ahora…

ahora que crecimos

y abrazamos esta lenta vocaciónde ser montaña.


Y es importante que su ojo rizado

no deje de mirarnos nunca, sorprendido,

desde la nueva imprecisión del horizonte


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2 comments:

Anonymous said...

Mi infancia está llena de olas y acantilados, de finas gotas de lluvia de mar en la rompiente...Con tu poema he respirado un poco aquel frío y húmedo aire del pasado, aquella excitante angustia que ofecía el porvenir..Aquella quemazón del frío romper de las olas en mi cuerpo. Supongo que el mar nunca recuerda...ni tiene por que hacerlo. Pero nosotros estamos tejidos de recuerdos, como estos, que nos ayudan a no perder del todo los amarres.

Sangre said...

...Yo soy de Mar, no entiendo la Montaña sino es porque un cierto cordón umbilical, siempre me mantiene el corazón manando su sangre salada por mis venas...muy tierno y evocador, como siempre...la belleza se asoma a tus ojos y sabes transmitirla a los que te leemos...
un saludo
Carlos