Hay golpes que te dejan un dibujo morado pudriéndote la carne... Los besos del odio. Son más fuertes que los del amor. Pero igualmente se curan con el paso del tiempo… Otros no se te quedan en el cuerpo, pero rebotan en la cabeza sin que sepas, de dónde puede haber venido su eco a zumbar en tu cerebro. También hay golpes que se los da uno mismo con cierta inercia torpe y masoquista... Pero es esa, una mutilación voluntaria, inevitable e imprescindible.
Sunday, May 21, 2006
ENSAYO DEL REGRESO
Me devorará la luz…
el día… que lo destruye todo
entre sus sigilosas sombras blancas
hundirá una vez más todo mi cuerpo
en la pálida rutina de la inercia.
Tan sólo es necesario…
ultrametódicamente
saber cerrar los ojos,
como puños crispados…
Y llenar de miseria los oídos,
y cercenar los pies.
Tan sólo es necesario…
abandonar en las raíces del desierto
todas las flores que crecen en los dedos,
las ortigas clavadas
en la palma adormecida de las manos.
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1 comment:
Gracias por tu visita :)
Me gusta tu poema, tus metáforas...
besines!
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