La cascada del tiempo
gotea con su luz sobre mi frente.
Y pasa por delante de mis ojos
y de los ojos de todas las estrellas…
con el mismo silencio.
La única magia que ha de existir ahora
es la quietud de infinitos colores,
abandonados en el fondo del espejo…
La única magia…
es el ala de un ave
adivinando su ruta y su fragilidad
en el abismo.
gotea con su luz sobre mi frente.
Y pasa por delante de mis ojos
y de los ojos de todas las estrellas…
con el mismo silencio.
La única magia que ha de existir ahora
es la quietud de infinitos colores,
abandonados en el fondo del espejo…
La única magia…
es el ala de un ave
adivinando su ruta y su fragilidad
en el abismo.
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6 comments:
Tus poema me recuerda a la vez lo leve y lo profundo de la poesía zen.
Es un auténtico disfrute leerte.
Un abrazo!
Curioso, ambos pasamos el fin de semana por ahí, dándole al silencio.
Besos, compañera.
Precioso...
y esa frágilidad se alza en un vuelo misterioso mezcla de coraje e inocencia...
besos Amanda
para emoción la que fluye de tus palabras con tan exquisita delicadeza
...He leido todo lo que me faltaba...y todo es belleza...he de descubrírme ante ti como siempre querida Amanda...tu sensibilidad es una caricia de agua para los sentidos...un beso. Carlos
quizá haya alguien que le tenga algún cariño a esa ave, y que sea capaz de hacerla sentirse más fuerte y menos frágil
amor
Precioso. Amanda.
Me encanta ese gotear del tiempo, entre la quietud de un Universo, que parece detenerse ante la fragilidad del aleteo de un ave que no dejo de observar.
Un beso.
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