Me ha mirado un anciano largamente…
dos cucarachas negras y mojadas
buscando la respuesta de mis ojos.
Me ha preguntado algo sobre el tiempo
y de repente... ha sido dolorosa
la dura brecha gris con que el futuro
ya separó su vida de la mía.
La angustia del final en su mirada
hundida y grande… se ha clavado en mi frente.
Y yo sólo he podido regalarle una flor
y colocarla dentro su mano
para poder sentir que no moría solo.
dos cucarachas negras y mojadas
buscando la respuesta de mis ojos.
Me ha preguntado algo sobre el tiempo
y de repente... ha sido dolorosa
la dura brecha gris con que el futuro
ya separó su vida de la mía.
La angustia del final en su mirada
hundida y grande… se ha clavado en mi frente.
Y yo sólo he podido regalarle una flor
y colocarla dentro su mano
para poder sentir que no moría solo.
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1 comment:
Así, como ese anciano, vuelvo la mirada y los pasos. Dolida de tiempos y preguntas.
Te leo y me refugio en tus versos, en la flor y en lo que resta de vida.
Es la magia de tus letras la que me transporta.
Un abrazo grande
Pilar
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