Qué habrá sido de los dioses
de tu jardín de arena...
de tu fe en el exorcismo
de las ninfas bailando
sobre el cuerpo ambarino
del pecado.
Aún me ocurre algunas veces...
siento que el mar
se queda detenido en un fragmento
y que se quiebra tu cintura de duende
en el instante silencioso de la ola.
Hoy te he visto sentado
en una nube
con la sonrisa triste
de los sueños proscritos
Y no es que piense que el tiempo
haya logrado
enredarte las manos
en sus raices amables
y malditas
(aunque pudiera ser...)
Es tan sólo...
que un fulgor de pasado
entró por la ventana de mi sombra
y me lamió en el alma
como lo hacías tú.
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3 comments:
Muy bello como siempre en ti...un abrazo
Carlos
Nunca he dejado de leerte.
Un beso.
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