
Has sido tú la caracola con que todas las olas escuchaban su eco.
El cielo te ha buscado para entender en ti su azul.
Y el silencio de esta calle nada importa, porque el sol logró filtrarse entre la piedra y tú.
Hay golpes que te dejan un dibujo morado pudriéndote la carne... Los besos del odio. Son más fuertes que los del amor. Pero igualmente se curan con el paso del tiempo… Otros no se te quedan en el cuerpo, pero rebotan en la cabeza sin que sepas, de dónde puede haber venido su eco a zumbar en tu cerebro. También hay golpes que se los da uno mismo con cierta inercia torpe y masoquista... Pero es esa, una mutilación voluntaria, inevitable e imprescindible.
3 comments:
Hola Amanda.
Gracias por tu paseo por mis playas abandonadas.
Profundo como el mar, el cielo y la luz .
Un saludo.
Mis ojos de poeta son la poesía,
que yo poeta no soy.
Gracias por pasear.
Fuerte el sol que atraviesa la roca, y débil la roca ante el agua, que la desgasta.
Saludos.
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