Sopla la voz del agua, en un hueco de tierra.
Sólo allí…
Y el silencio… se queda recostado en mi alma
y a mi alma le duele su voz hueca.
Ya irá el viento dibujando caracolas en la luz,
en el color de esta tarde de gorriones,
en la tierra impaciente de febrero. Y tú…
arrojando madreselvas a los gritos del mar,
tú... con las manos cerradas dentro de los bolsillos.
Tú… recontando piedras, en la orilla del cielo.
5 comments:
Su eco suena a tristeza de ausencias...
Telúrico, ancestral, profundo....
Casi todos los elementos.
Muy bueno, Amanda, muy bueno.
Isthar, creo que así es, en efecto habla de ausencias sobretodo.
Gracias por entrar a leerme.
Rafa, bienvenido tú y la luz de tu playa.
Resuenan los ecos de las palabras,
cuando llegue marzo, hambruno de sol, los gijarros se estrellarán contra mi alma.
Haciéndome daño.
Espere Febrero...
Ignacio, A Marzo le gusta hacer que la vida brote una vez más desde dentro de nosotros. Duele, porque rompe todas las cortezas que fraguamos en invierno.
Gracias por tu visita (un honor).
Un saludín.
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