Creo que he sido Dios por algún tiempo…
Tal vez… en un instante de los ojos
de un animal salvaje
cabalgó mi osadía (hasta ese extremo).
No sé durante cuántos minutos,
en el alma primitiva de una loba,
o de un ave asustada,
logré posar mi paz… (¡lo deseé tanto y tanto!)
Y se quedó su furia allí,
postrada ante mis pies temblorosos.
No lo soñé…
¡Son tan iguales la euforia y la desolación!
Tal vez… en un instante de los ojos
de un animal salvaje
cabalgó mi osadía (hasta ese extremo).
No sé durante cuántos minutos,
en el alma primitiva de una loba,
o de un ave asustada,
logré posar mi paz… (¡lo deseé tanto y tanto!)
Y se quedó su furia allí,
postrada ante mis pies temblorosos.
No lo soñé…
¡Son tan iguales la euforia y la desolación!
8 comments:
...ese mismo animal que transporta nuestra euforia o nuestra furia, es, o parece ser, el mismo que se lame nuestras heridas con sigilo y paciencia en el tibio y desalumbrado fondo del nido...hasta que hibernación se termina y todo vuelve a comenzar y él o ella, nuestro animal, aprende incluso a caminar sobre hielos...(yo lo he visto también) (lo último si es teoría)
precioso escrito Amanda, precioso
un beso
Es así, de Él somos una parte.
Quizá, como tú dices de forma tan bella, euforia y desolación nos llevan a la "osadía" de -al fin- darnos cuenta.
Un abrazo!
Me gusto este texto,hay desgarro y precisiòn.
Gracias, Amanda por visitarme, por tus buenos deseos, por tus lecturas, por tu interes, por tu corazón... vuelvo, poco a poco. Vuelvo, aunque a veces tengo la sensación de no estar en ninguna parte, de no pertenecer a nada.
Seguiré con mis poemas con calma, cuando las manos me lo pidan.
Leo algunas cosas de tu blog y hay cosas que me gustan mucho, con fuerza y con alma.
Un abrazo enorme.
Concha.
De un modo panteista todos somos naturalez...o sea todos somos dioses...pero que pequeños ante la inmensidad de l conjunto de todos los demás!...un abrazo
a veces no se distinguen...a veces las dos hablan con la mismaboca pero con labios diferentes...la inerencia esta por demostrar...Un abrazo querida amanda
A mi me gusta más la euforia y trato de que no le de la mano a la desolación, aunque es cierto lo que dices.
Belleza de poema, como siempre.
Tu sensibilidad, guardada solamente en ti, siempre me conmueve, amiga.
Un saludin.
Creo que he sido espera entre los dientes afilados de un animal domesticado... son tan iguales la desesperación y la confianza....
Hermoso texto que se desprende de los latidos del corazón..en fin
Pase a saludar
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