Hay golpes que te dejan un dibujo morado pudriéndote la carne... Los besos del odio. Son más fuertes que los del amor. Pero igualmente se curan con el paso del tiempo… Otros no se te quedan en el cuerpo, pero rebotan en la cabeza sin que sepas, de dónde puede haber venido su eco a zumbar en tu cerebro. También hay golpes que se los da uno mismo con cierta inercia torpe y masoquista... Pero es esa, una mutilación voluntaria, inevitable e imprescindible.
...El canto de tu jilguero, me recuerda a las voces de mis hijas de 5 y 8 años...sólo ellas tienen el don de hacerme retroceder en el tiempo cuando me uno a sus juegos, y de temerle, cuando observo lo rápido que crecen... Siempre es una delicia leerte, por completo, aunque sólo te deje aqui mis palabras...un abrazo Carlos
5 comments:
Gracias,Amanda por tu paso y por tu beso y más por tu empatía, difícil de conseguir en estos tiempos que nos recorren...
Tres preciosos versos, delicados y brillantes... me gustan.
Un beso.
Lisola.
Cuando el tiempo se abre apreciamos esas diminutas cosas que ya no pasan desapercibidas, como el canto de un jilguero.
Muchas gracias, Amanda, por tu visita y tus palabras. Tienes mucha razón.
Un beso.
...El canto de tu jilguero, me recuerda a las voces de mis hijas de 5 y 8 años...sólo ellas tienen el don de hacerme retroceder en el tiempo cuando me uno a sus juegos, y de temerle, cuando observo lo rápido que crecen...
Siempre es una delicia leerte, por completo, aunque sólo te deje aqui mis palabras...un abrazo
Carlos
Cuando se abren al tiempo nuestross sentidos, escuchamos hasta el más profundo de los silencios.
Cavilando.
Precioso. Y de la delicadeza y la brevedad de la poesía oriental...
Un beso!
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