Se voltea mi vida
sobre cristales rotos, flores y violines.
Las lechuzas me miran intrigadas…
pero sé bien que no me ayudarán…
(se alimentan de luz y escupen sombras)
Siempre desconfié de esa sorpresa
con que aparentan observar la noche…
Por detrás de sus ojos (yo lo supe)
no ha habido nunca nada.
Se voltea mi vida
entre la intrascendencia de la horas
y el abismo…
Entre la soledad de las arenas
y esos labios… que supieron besar
hasta las caracolas de mi alma.
He de reconocer que algunas veces,
cuando he sentido en la carne el Sol de invierno,
ha dejado de aullar el dolor de los huesos.
Y ha cesado también el latir de la rabia
con que azotan, a la Luna, las paredes.
Se voltea mi vida
por las horas y por las tuberías…
(como por las montañas
del último naufragio…)
Rueda por callejones y comercios,
por galerías ciegas, espejos y ventanas.
Mi vida, que a veces tiene alas.
Y que otras veces salta
desde imposibles volcanes
subterráneos.
Mi vida que se arrastra
desde el cuerpo glotón de las orugas
hasta la incertidumbre de los peces.
Que yace en los ligeros sueños
de las enredaderas
Y se extiende…
hasta las nubes que habitan
en la cima del mundo.
Se voltea mi vida
y yo presiento…
que sólo se alimenta
de niebla
y de pasión.
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5 comments:
cuando se voltea la vida, a veces uno, parece quedar suspendida pies arriba, apuntando hacia el subsuelo...pero siempre vuelve a girar
me encantó éste poéma, tan hondo, tan entero
un abrazo
...a veces hay que darse la vuelta, como gato panza arriba...otras...es delicioso que te voltee el mundo si asi consigues ver mejor, esa nube blanca que atraviesa un cielo goloso de azul...
Un abrazo.
Carlos.
Se voltea la vida a cada instante no sólo a tí Amanda, a todos, porque simplemente se hace necesario estar en transformación permanente.
Y lo mismo que una hormiga, vamos surcando los caminos de nuestras vidas.
Bello texto.
Besos.
Es magnífico!
Bellísimo. Rozando los recovecos del alma...
Un abrazo
Amanda;
gacias por tus visitas y por tus palabras. Es un placer para mí que me leas así como también es un placer pasarme por tus letras. Seguimos dándonos la mano, aunque a veces estemos del revés...
Un abrazo.
Lisola.
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